viernes, 25 de mayo de 2012

25.05 Entrega final


Mi proyecto parte de la idea de vacío dentro de la súper-ciudad.  Con vacío me refiero a espacios indefinidos, sin identidad e improductivos que se muestran obsoletos en  la ciudad.

La arquitectura es el receptáculo de las actividades humanas, y así, estos espacios sólo sirven cuando hay personas realizando actividades que lo utilicen.

Hablamos entonces de la idea de simbiosis, que  implica una relación de necesidad mutua y que sugiere situaciones y productos ambiguos. Simbiosis del espacio,  usuario y arquitectura.  A partir de aquí trato de analizar los parámetros que definen esta simbiosis, las fases de crecimiento, las etapas, las tipologías. 

Se trata de un estado de mutualismo en el cual los tres componentes son beneficiarios de los recursos de los otros, generando así una serie de espacios que permiten la perfecta y correcta función de estos.

Tal como se ha dicho antes, las actividades de las personas vitalizarán el vacío, por lo que dependiendo de la actividad que se vaya a dar y la energía utilizada, requerirá una mayor o menor espacialidad y permeabilidad,  por lo que se generará un tipo u otro de espacio. 

Hay dos tipos de simbiosis, la ectosimbiosis en la cual los simbiontes viven uno encima del otro, y la endosimbiosis en la cual vive uno dentro del otro.

Dependiendo del grado de privacidad hablamos de espacios públicos y espacios privados. 

A fin de definir estos espacios, entendemos esta envolvente como una cuadrícula, cuyos puntos de intersección son puntos de movimiento que permiten la creación de diferentes espacios y sensaciones. Espacios que crecen mediante un desarrollo continúo, que pueden conectarse, mutar, adaptar constantemente.

Es así como se establece una serie de situaciones. Situaciones que se adaptan a cada tipo de usuario, mediante los diferentes grados de permeabilidad.

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