martes, 8 de noviembre de 2011

Maqueta registro de la ciudad (3.3)

Esta semana, la maqueta ha continuado evolucionando, no sólo en su interior sino que también en el exterior. La piel de la “caja contenedora” ha cambiado su diseño por otro más práctico de transportar  sin perder ese carácter de envoltura que quería darle con el mapa de San Vicente empleado en los anteriores videos.



En el interior, encontramos la realidad urbana dividida en 4 cuadrantes, tal y como se registra en el vídeo. A cada uno se le dota de su propia entidad y personalidad, sin que ninguno de ellos se parezca entre sí, tanto en sí mismo como en la manera de verlos.
                
     En este modelo físico del video, se realiza un análisis de la visión de varios personajes del video: ¿Cómo  verían ellos la ciudad? ¿Qué les interesarían? ¿Por qué partes de la ciudad se moverían?

En los cuadrantes encontramos:


 La visión de un perro. Este animal posee una visión eminentemente en blanco y negro. Es por eso que guiados por el principio de los filtros fotográficos, el filtro azul absorbe los colores cálidos y refuerza el verde y el azul. Si convertimos la escena en un cúmulo de tonos rojos, naranjas y amarillos encontraremos que a nuestro ojo llegan, a través del filtro, convertidos en un abanico de grises.



La visión de una anciana con cataratas. En este caso la sensación se realiza mediante comparación de una vista libre de cualquier enfermedad o la visión que tendría una persona con cataratas, algo bastante común a altas edades. El filtro se realiza con ventana partida colocando en la parte de arriba un acetato translúcido que se asemeja a la visión borrosa que tendría una persona con cataratas.



La visión de un joven daltónico.  Esta enfermedad produce una dificultad para percibir 1, 2 o los 3 tipos de colores que conforman todos los demás. El caso que yo he propuesto ha sido el que en el individuo falle el tono rojo y el verde; es decir, este muchacho padece deuteranopía. Por lo tanto confunde verde y rojo porque para él son realmente el mismo color con muy poca variación: un tono amarillento.



La visión de una pelota. En este caso, el movimiento era imprescindible para entender el comportamiento y la visuales que tendría una pelota de estar en su interior. Mediante un cilindro en el cual colocamos fotos de diferentes tipos de pavimento, tierra o césped nos podemos hace una idea de cómo vería la pelota.



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